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Socios de Honor
PEDRO GÁMEZ LASERNA, Compositor
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EL COMPOSITOR

 PEDRO GÁMEZ LASERNA.

(Jódar 1907- Sevilla 1987)

 

ILDEFONSO ALCALÁ MORENO

Cronista Oficial de la ciudad

 

       Se cumple el centenario del nacimiento en Jódar del compositor Pedro Gámez Laserna, y como recuerdo a este “hombre bueno y caballero”, queremos dedicarle este pequeño homenaje, sumándonos a las grandes distinciones que cofradías e instituciones de toda Andalucía le están tributando siendo propuesto por la Cofradía de la Expiración de Málaga para la “Medalla de Oro de Andalucía” a título póstumo, junto a otros grandes compositores cofrades, no en vano, nuestro paisano está considerado como “uno de los grandes compositores andaluces del siglo XX”, con más de 2.000 composiciones registradas.

 

            1.- SU NACIMIENTO.

            Fue el anterior Cronista Oficial de la Ciudad, Narciso Mesa Fernández, gran amigo de nuestro homenajeado quien primero escribió sobre el mismo, con motivo de su fallecimiento, de él conservo en mi archivo unas cuartillas que el propio Don Pedro Gámez le dio, y que eran propiedad de su padre, donde se recogen las canciones que se cantaban en las “Munidas”, ambas dobladas y añejas de ser llevadas en el bolsillo mientras se cantaban por las calles de la ciudad. El “alma andarajeña” de don Pedro, se manifestó aquel 18 de marzo de 1907 cuando vio la luz en la calle Calderón de la Barca, la popular calle del “Espino”. Sus padres fueron Leandro Gámez Navarrete y de María Laserna Lorente, fue el tercero de cuatro hermanos, y quedó huérfano de madre con seis años; aquellos difíciles años donde eso de la “sociedad del bienestar” no existía hizo que su infancia fuese muy corta y pronto conoció el duro trabajo de los cientos de niños-aprendices con los que contaba nuestro pueblo, que pasaban largos meses sin ver un céntimo aplicándose al trabajo para aprender y comenzar a ganar con el tiempo, si valían, un mísero “jornalillo”. Don Pedro conoció poco la escuela y mucho la laboriosidad del esparto. Sus dotes especiales y quizás el afán de su padre porque su hijo fuese adquiriendo cierta cultura, le hicieron ingresar como acólito de La Asunción, el entonces Párroco Don Juan José Jiménez, también criado en el Jódar de los desheredados, siempre le decían que “salió de una cueva para ser Párroco de Jódar, que en una mano cogía el mazo para majar esparto y con la otra el libro para estudiar”. Pues bien viendo el Prior las dotes musicales innatas de don Pedro lo lleva a José Miguel Morillas, aficionado a la música, para que le diese clases de solfeo.

            La tradición musical de la familia de don Pedro tenía como antecedente el maestro toque a la guitarra, con el que su padre Leandro deleitaba a amigos y vecinos. Su facilidad musical hizo que don Pedro entrase, hecho un chaval, a la Sociedad Filarmónica de Jódar, que paradójicamente se creó el año que nació, primera Banda Municipal de Música que tuvo Jódar, y de la que este año se cumple un siglo de música en Jódar.

            Por aquellos años dirigía la banda el republicano Manuel García Sales, estudiando al través del método de trompa Onoven, para dedicarse definitivamente al Trombón, siendo su presentación un día 2 de febrero tras las andas de la Virgen de La Candelaria, la popular “Virgen de las Roscas”.

 

            2.- EL JÓDAR DE HACE UN SIGLO.

            ¿Cómo era aquel Jódar del año 1907, hace ahora cien años? El año comenzaba con el pedido de 36 árboles al Sr. Girán de Granada para colocarlos en la Plaza y Paseos de la entonces Villa, concurriendo la Corporación Municipal el día 2 de febrero a la Fiesta de La Candelaria gastando 213,37 pesetas en cera y en el Triduo de Carnaval, acordándose se colocasen en la puerta del cementerio municipal de San Sebastián sendas lápidas para conmemorar el año de su construcción y el Alcalde en cuyo mandato se realizó, ascendiendo las mismas a 175 pesetas, conservándose en la actualidad, siendo construidas por Antonio Guijarro Navarrete. El 8 de febrero entra como Alcalde Joaquín Galván Galipienso.

            A finales de febrero se tasan los terrenos del Ejido-Tomillares para la construcción de nuevas casas, sería lo que hoy es el Barrio del Canónigo. También encontramos una noticia musical: el presidente de La Filarmónica de Jódar pedía que se nombrase director a José Bayax Rebolé, que se había hecho cargo de la misma a comienzos de año, concediéndolo el Ayuntamiento con un sueldo anual de 1.000 pesetas.

            Por esos días los vecinos se quejaban de los malos olores e infecciones en el corral de La Cava propiedad de Prudencio Moya. En ese año Jódar contaba con las escuelas de Antonio Manzano Giménez con 115 niños, la de Alfonso Díaz González con 110 alumnos, la de Ana Morillas Herrera con 105 niñas y la de Silvestra de la Coma Sánchez con 73 niñas. Por estos años Jódar contaba en torno a 6.521 habitantes, con 2.042 cabezas de familia, viviendo 1.600 vecinos en cuevas.

            A comienzos de marzo de 1907 se inicia la construcción de un lavadero en la Fuente Garciez, con el fin de dar ocupación a la precaria situación económica de muchos jornaleros, encargando el Ayuntamiento las palmas del Domingo de Ramos a Juan José Soriano López por importe de 40 pesetas.

            En junio, ante el deterioro de los jardines del Paseo del Santo Cristo, se acuerda cercarlo de alambre de púas, en los sitios donde no esté vallado. El verano de ese año comienza con una epidemia de escarlatina en los niños, por lo que se acuerda que los entierros de párvulos y solteros vayan cubiertos, y que las ropas de los enfermos se lavasen en el Pilar de la Dehesa.

            A esta preocupante situación, había que añadir la merma de agua potable en las fuentes, y la suciedad de las mismas, principalmente la del Santo Cristo y Mercado. Igualmente se reciben quejas del Canónigo Arroquia y de otros vecinos por el excesivo precio en que se han tasado los solares a edificar junto a la carretera, a 50 céntimos el metro cuadrado, insistiendo la Corporación en que si no les convenía que renunciasen a las edificaciones.

            El 13 de julio de 1907 se presupuestan 2.000 pesetas para el lavadero de la Fuente Garciez, renunciando el director de la Banda de Música, que es sustituido por Eusebio Alins Juanós. El 27 de julio mediante bando, se insta a los vecinos a que saquen el esparto de las albercas, retirando el estiércol e inmundicias de los ejidos de la población. Igualmente el 3 de agosto se queja el vecindario del retraso en el encendido de la luz eléctrica, con apagón total a las una de la madrugada e interrupciones frecuentes, obligando a encender el alumbrado de petróleo en las calles de la población, acordando el Ayuntamiento que si el contratista no colocaba los puntos de luz que faltaban, lo haría el consistorio por cuenta del contratista.

            También en estas fechas se reconsidera los excesivos precios de tasa dados a los propietarios del Ejido cobrándose una peseta por cada vara lineal, comenzando así la construcción de la calle Domingo Arroquia. Este año el Ayuntamiento se gastó en la Feria y Fiestas la cantidad de 1.246,63 pesetas, siendo un mes de lluvias torrenciales.

            El 7 de septiembre se acuerda adquirir dos docenas de fantoches para los días de la fiesta del Santo Cristo y tardes sucesivas de toros, suscribiéndose el Ayuntamiento por 30 pesetas al periódico “Heraldo Andaluz”.

            El 26 de octubre el Ayuntamiento nombra al Comandante de Infantería Miguel Fresneda Mengíbar y al Marqués de Alonso Martínez como representantes de Jódar en el Asamblea Nacional Olivarera, por “haber demostrado siempre su protección en beneficio de la producción olivícola”. El año acaba con el ofrecimiento de Francisco Acedo de árboles para plantarlos en el camino de la Fuente Garciez.

 

            3.- SU MARCHA DE JÓDAR Y EL INICIO DE SU CARRERA MUSICAL.

            Después de esta breve introducción volvamos a la vida de nuestro homenajeado. Las pocas perspectivas laborales que ofrecía Jódar en aquella época, hacía que los jóvenes de las clases populares, dotados de un alto índice de intelectualidad, sólo pudiesen dedicarse a la vida religiosa o militar, y éste fue el camino que eligió don Pedro, ingresando a los 16 años en el Ejército, como educando, en la Banda del Regimiento de Infantería de la Reina nº 2 de Córdoba, matriculándose en el Conservatorio, donde cursó solfeo, violín, armonía y composición con los profesores García Domínguez y Mariano Gómez Camarero. Finalizada su formación militar en 1928, concursa a Profesor de Trombón para la Banda Municipal de Córdoba, donde permanece hasta 1943, pasando a Madrid a la Banda Sinfónica Municipal dirigida por José María Martín Domingo, siendo miembro del Cuerpo Nacional de Directores Militares desde septiembre de 1945, con unas maneras no muy comunes sobre el pentagrama que lo destacaban sobre sus compañeros, siendo invitado en algunas ocasiones a dirigir la propia banda, también alternó esta profesión con la de pianista del Teatro “Calderón de la Barca” de Madrid o dirigiendo la banda taurino-musical “Los Califas” de donde salió su pasodoble “Alfonsín”. Teniendo un periodo de prácticas en el Regimiento del Inmemorial nº 1. Ya en octubre de 1935 había compuesto su primera marcha procesional “Cristo de la Misericordia”, dedicada al Patrón de su ciudad natal, comenzando a componer obras de gran prestigio, para el mundo cofrade como “Saeta cordobesa”.

            Por estos años ya estaba casado con Pilar Varó Ruiz, teniendo de este matrimonio tres hijos: Leandro, José Juan y María del Pilar.

En 1945 gana las oposiciones de Sargento musical y en septiembre de dicho año las de Teniente Director, con el número uno, siendo destinado al Regimiento de Lepanto nº 2 a finales de año. Asciende a Capitán en 1950 y en 1957 sería destinado a Sevilla, a petición propia, al Regimiento de Infantería de Soria nº 9, sustituyendo a su amigo Juan Vicente Mas Quiles, ascendiendo a Comandante-Director de tan prestigiosa Banda en 1964, permaneciendo en Sevilla hasta su muerte en 1987. En Sevilla Gámez Laserna vería cumplidas sus máximas aspiraciones de compositor, al ser la ciudad proclive a dotar a las Imágenes religiosas de sus cofradías de marchas procesionales propias, que las identificasen, tanto entusiasmo tuvo don Pedro con ello, que prometió que cada año compondría una marcha procesional.

            Gámez Laserna acompañó, con la Música Militar de la División Guzmán El Bueno, muchas madrugadas a Nuestra Señora de la Esperanza Macarena y así nació, no sólo su devoción a la Señora de Sevilla, sino su marcha procesional “Pasa la Virgen Macarena” que tan pronto caló en sus cofrades, por la alegría de sus cornetas, por esos cambios graves y austeros, por sus admirables proporciones... Desde entonces Gámez Laserna estará para siempre, unido a la Virgen Macarena y a Sevilla. Su amor a la Señora de San Gil le hizo componer en 1982 la música para el Soneto “Faz Divina” que compusiera Manuel Jiménez Melero, de esta composición hizo dos versiones, una para voz solista y banda y la otra para voz solista y orquesta, siendo numerosas las marchas procesionales dedicadas a cofradías sevillanas y cordobesas: Saeta Cordobesa, Sevilla Cofradiera, Victoria y Paz, Salve Regina Martyrum, Virgen del Subterráneo, Ntra. Sra. del Patrocinio, Virgen de la O, Virgen de la Estrella, Cristo de la Sed, Cristo de la Caridad, Ntra. Sra. de la Piedad, La Sagrada Cena, Saeta sevillana, Ante el Gran Poder, Virgen del Socorro, Virgen de la Oliva, Ángeles del Cister... U obras no religiosas como sus pasodobles a Paquito Casado, al Doctor Marañón, Alfonsín, Homenaje, Impresiones Cordobesas, Estampas de nuestra Andalucía, o el Himno a la Cruz Roja… Dicen que sus “saetas instrumentales” es el germen donde reside su personalidad musical.

 Quedó pronto viudo, como ya le había ocurrido a su padre, y esa soledad marcó también sus propias composiciones, mitigadas por el cariño de sus hijos, nietos y familia, y por los muchos homenajes que la Sevilla cofrade le tributaba, sintiéndose querido por todos, dejando grandes discípulos como nuestro comprovinciano el director y compositor don Pedro Morales. Gámez Laserna fue “Maestro de maestros”. A su destacada labor compositiva hay que destacar el excelente magisterio durante las dos etapas como director militar. Tal es así que su gran alumno, y en la actualidad reconocido director de banda militar, Pedro Morales, ha mostrado en más de una ocasión su gratitud para con Pedro Gámez, porque “le enseño la armonía, el contrapunto y la fuga como nadie”. Otro importante discípulo, el violinista cordobés José de la Vega, es hoy día uno de los compositores de marchas procesionales más valorados, gracias a la firma de preciosas partituras como “Valle de Sevilla”, donde, como no podía ser de otra forma tratándose de un alumno de Gámez, aparece una saeta entonada por los clarinetes.

            En su ciudad natal, amenizó en muchas ocasiones las ferias y fiestas, siempre tuvo admiración por la gran afición musical de Jódar y la alta calidad de los componentes de su banda; acompañó durante muchos años a la procesión del Santísimo Cristo de la Misericordia, el Patrón de Jódar, a esta venerada Imagen le compuso en 1935 la marcha procesional “Cristo de la Misericordia” y en 1968 una Misa Solemne y un Avemaría, que cada año es cantada, dirigiendo, en algunas de estas ocasiones, la Coral “Cristo de la Misericordia” sus hijo José, colaborando sus nietas Belén, Mª Ángeles y su sobrino Leandro. También adaptó la Plegaria al Cristo de la Misericordia.

La ciudad de Jódar, encabezada por el Ilmo. Ayuntamiento y a petición del Galduriense Juan José Hidalgo Galiano, le rindió en 1968 un homenaje dedicándole el nombre de una céntrica calle, la antigua calle Jeldres, conocida popularmente como la calle “La Cárcel” se convertiría desde entonces en “Calle Compositor Gámez Laserna”, la provincia le tributó también un cálido homenaje en la capital y la Asociación Cultural “Saudar” lo nombró Socio de Honor en 1983, apoyando las gestiones de la Hermandad de la Cena para que se le dedicase una calle en Sevilla, que hoy posee junto a la popular calle Sierpes. Dirigió la Banda de Música de Baeza en 1984, ofreciendo su último acto público en la ciudad que lo vio nacer, precisamente en este mismo escenario. Su hijo José Gámez Varó junto con la Agrupación Musical “Pedro Gámez Laserna”, estrenó en el Altar Mayor de la Parroquia de la Asunción, y tras la Solemne Función en honor a tan venerada Imagen, la marcha procesional “Ten Misericordia Señor” que dejara sin concluir, terminada por su hijo, y dedicada al Cristo de la Misericordia. Gámez Laserna también compuso una Marcha titulada “Xodar” que adaptada por otro gran compositor Galduriense como es Jesús Barroso Navarro, es la música actual del “Himno de Jódar” desde 1992 y que él compuso para el traslado de las autoridades desde el Ayuntamiento hasta la Iglesia del Santo Cristo en el año 1968. Amigo de sus amigos, eran frecuentes sus tertulias en Jódar con Alejo Godoy, Elías y Eduardo Guerrero, Juan José Hidalgo Galiano…su última obra fue el himno a la Cruz Roja de Jódar, poniéndole la letra Eduardo Guerrero, que ya colaborara con él poniendo la letra a su marcha procesional “Ante el Gran Poder”, recientemente reestrenada.

            Su funeral fue en la Basílica de Santa María de la Esperanza Macarena el 26 de diciembre de 1987, donde recibió el último homenaje de sus amigos, mientras en el atrio sonaba su marcha “Pasa la Virgen Macarena”, esa marcha universal, que los expertos dicen que el poder de emoción alcanza cotas inimaginables pues toda ella es un compendio de júbilo, deleite y gozo ante la Señora de Sevilla, que vigoriza en su delicioso "trío" final”. El maestro Gámez se fue el mismo día de Navidad, seguro que a entonar con su padre, y con su primer maestro José Miguel Morillas, aquellas letrillas populares de las “Munidas” de Jódar, como un cofrade más de la Hermandad de las Ánimas.

A pesar de la consideración que tiene de continuador del estilo instaurado por los padres del género, Gámez Laserna va a intensificar el lirismo de la partitura hasta unos límites insospechados. La influencia de los Font de Anta y López Farfán se constata en sus obras iniciales como en Saeta Cordobesa (1949) con la introducción de fuertes metales en los primeros compases para desembocar en una preciosa "saetilla" (elemento muy propio del autor de Estrella Sublime o Pasan los Campanilleros). Son muchas las personas que en este año han escrito sobre Don Pedro, como los investigadores Mateo Olaya, el periodista Antonio Burgos, o el director de la Banda Inmemorial del Rey, Abel Moreno, entre otros muchos directores y amigos, recibiendo homenajes en muchas ciudades andaluzas y del resto de España, destacando los realizados por la Hermandad de la Sed de Sevilla, La Expiración de Málaga o el Ayuntamiento de Sevilla…

Nosotros desde aquí lo hemos recordado, y hemos hecho que lo vuelvan a recordar sus vecinos, todos debemos sentirnos orgullosos por tener entre nuestros paisanos a hombres y mujeres que han sabido ser Galdurienses de Ley, allá por donde han ido… Muchas gracias por su atención.

           

Jódar, 15 de septiembre de 2007

Salón de Actos de la Casa Municipal de la Cultura

Acto-Homenaje a Don Pedro Gámez Laserna en el centenario de su nacimiento en Jódar y entrega a su familia del "Escudo de oro" de la ciudad a título póstumo por el Ilmo. Ayuntamiento de Jódar.



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