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JOSÉ MARIA BALBOA RUIZ, artesanía
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José María Balboa Ruiz

 

Ha muerto José María, fue la triste noticia en un cálido mediodía del día de San Blas, tres de febrero, un paro cardiaco acabó con su vida en el Hospital Ciudad de Jaén. Después de tantos años luchando su corazón se paró y con él, la vida de un hombre, que a sus 58 años, deja a su compañera inseparable, su esposa, María de los Angeles Beltrán Ramírez, a sus tres hijos (Ángel, Luisa Mari y Dori), cuatro nietos y demás familia. Hasta aquí todo normal. Pero los que le hemos conocido sabemos que José María, pasará a la historia de nuestra ciudad, como una de las figuras más preclaras del arte y la cultura de finales del siglo XX.

La vida fue difícil para él: de origen humilde, inició sus inquietudes con la sociedad siempre dispuesto a mejorar las condiciones sociales y defender la libertad de las personas, así pasó por los únicos movimientos asociativos que había en la época: Acción Católica, la Adoración Nocturna, la JARC -donde hizo tan buenos amigos y tanto se comprometió por la ayuda a las clases desfavorecidas-, por la Asociación de Cabezas de Familia, y por el Ilmo. Ayuntamiento donde fue concejal por UCD en la primera legislatura. Antes aprendió magistralmente su oficio de carpintero y ebanista, de manos de Pedro Mengíbar, y tuvo que soportar la dura emigración a Francia. En la plenitud de la vida le sobrevino el fantasma del infarto, varias operaciones...y la postración durante años en un sillón. Y así lo conocí a través de la amistad con su hijo Ángel. En 1986 a raíz del inicio de un trabajo sobre la cultura popular en Jódar empecé frecuentemente a visitarlo, y de nuevo renació en él la ilusión por cumplir un objetivo, surgiendo un voluminoso trabajo de investigación del folclore Galduriense y de las artes y costumbres populares.

Y la vida volvió a nacer, donde sólo había resignación; y vinieron las manualidades y las maquetas de cartón, y una de sus grandes aficiones: los Belenes, admiración de cuantos los visitaban. Y José María, a través de su hijo, descubrió la fotografía y  la recuperación de miles de fotografías antiguas. Y con el apoyo de todos comenzó a realizar la maqueta de la Iglesia del Santo Cristo, la Ermita de San Sebastián, después el Pilar antiguo de la Plaza, y por fin la obra que más orgullo le daba: la maqueta de la Iglesia de la Asunción... Ansiaba todo lo que supusiese una recuperación del patrimonio histórico y etnográfico de Jódar. Y poco a poco José María fue abandonando el sillón y comenzando a realizar grandes trabajos para disfrute de nuestra ciudad.

Con las obras de restauración de la Iglesia de la Asunción, José María entró de lleno y dijo ¡Aquí estoy yo! y de sus manos, ayudadas por su esposa e hijos, por Carmen Carrillo, por Antonio Sánchez y otros muchos amigos, inició ese rosario de restauraciones para admiración de todos: cuadro de la Virgen de la Luz, Cuadro del Calvario, San Antonio de Padua y nueva corona, San Juan Nepomuceno y nueva corona, Sagrario de San José, limpieza y restauración de San José, restauración de la Virgen del Amor Hermoso, Restauración y limpieza del Sagrario del Altar Mayor y candelabros, recuperación y restauración de la Cruz de Plata parroquial, restauración y limpieza del Viacrucis y apliques de luz del mismo, restauración y limpieza del Ángel de la Guarda, Sagrado Corazón de Jesús y el de María, Inmaculada Concepción, Cristo de la Humildad, el Cuadro de las Ánimas, Jesús Nazareno, San Rafael, Nuestra Señora de la Amargura, Jesús Yacente, Cristo de la Expiración, Virgen del Calvario y su diadema de Capilla, Santa María Magdalena y su corona,  Simón Cirineo, Santa Elena y Santa Isabel, San Antonio Abad y nueva corona, San Antonio Abad antiguo, Santa Filomena, el Cristo de la Misericordia y su corona, la Virgen de los Pastores, el Niño Jesús de Navidad, San Isidro Labrador, la Virgen de Fátima, el antiguo Cristo de la Columna, la Virgen de las Penas, la Custodia Mayor, varios ornamentos litúrgicos: candelabros, cálices, portapaz, sacras, ciriales, vinajeras, custodias, etc., libros del Archivo, el carillón,...etc. ¡Cuántas cosas verdad! ¡Y las que no se ven! En un día a día entregado a recuperar para orgullo de Jódar todo cuánto llegaba a sus manos. ¡Cuántos trabajos para las Cofradías! ¡Qué poco se acordaba ya de su enfermedad!


Sin duda, para él su mayor orgullo fue la recuperación y restauración de la pintura, sobre tabla, de la Presentación de Nuestra Señora y los dos ángeles que la sostienen y que hoy se encuentra en el ático del Retablo de San José. Su fama cruzó el término municipal, y le llovían encargos de toda la provincia, así restauró Imágenes y enseres de Pozo Alcón, de Úbeda, de Bedmar, de Baeza, de Carboneros, de Larva... y comenzó también su labor restauradora a particulares: muebles, enseres del hogar...rara es la casa de Jódar o fuera de ella que no cuente con algún trabajo suyo ¡A cuántos ha librado del abandono, destrucción o desidia!

A partir de 1991, comenzaron en él sus dos grandes pasiones: la Real Cofradía de la Expiración y la Asociación Cultural Saudar, a la primera le entregó todo su arte, junto a su mujer María Ángeles, vistiendo magistralmente a su Virgen del Calvario y a Santa María Magdalena, realizando sus coronas, el Simpecado, el estandarte, su colaboración en la Cruz de Guía - junto con Carmen Carrillo-, el barnizado del Paso del Señor, la confección del inmenso ajuar de las Sagradas Imágenes, su cariño y dedicación total a la Hermandad fue las 24 horas del día. En la actualidad era miembro de la Junta de Gobierno desempeñando el cargo de Vocal de Culto y Espiritualidad siendo su sueño ver el próximo Viernes Santo a la Virgen del Calvario en su Mayor Dolor en su Paso de Palio, la Imagen que más veneraba y quería.

A raíz de la operación de hace tres años, su vida dio un giro de 180 grados, volvió a nacer, volvió a tener ganas de todo y aprovechó el tiempo perdido con creces, con una vitalidad digna de elogio y comenzó su gran obra: el Museo de Jódar de la Asociación Cultural Saudar al que se entregó hasta ver culminada su ampliación y reforma el pasado año. Pocas veces lo he visto tan ilusionado, tan activo...ahí están recuperadas para admiración de todos cientos de piezas, a las que también restauró y limpió, Saudar era su vida, colaboró en la Revista Cultural con secciones como las de: Paisajes y Viejos Oficios, en la actualidad era su Vicepresidente y vocal del Museo. En 1991 fue nombrado Socio de Honor de Saudar y Cofrade de Honor de la Hermandad de la Expiración, pronunciando varias conferencias y audiovisuales en los Viernes Culturales,  siendo una inestimable ayuda en muchísimas investigaciones.

Su último trabajo: el Banderín de la Fundación de 1861 que tras paciente restauración, estrenará la Cofradía de la Expiración el próximo Viernes Santo, y al que dedicó los últimos minutos de su vida, dando instrucciones a su mujer para su acabado, días antes de su fallecimiento conversaba con él sobre muchos proyectos para SAUDAR: el libro de La Cultura Popular de Jódar con el que nos conocimos y que ya había corregido para su maquetación final, SAUDAR va a hacer todo lo posible para que en este curso vea la luz esta obra, como homenaje a él y a sus ilusiones, hablaba de que ya estaba preparando su artículo de viejos oficios, buscaba la fotos del especial del barrio de Fátima, preparaba las postales de amor para la Exposición de mediados de febrero...

Se nos ha ido el Leonardo Galduriense, el Miguel Ángel de Jódar, pero ante todo se nos ha ido un amigo y compañero en tantas cosas, en tantos momentos...Ahora desde el Cielo seguirá restaurando nuestros corazones e intercediendo por nosotros para que al final de nuestra vida, podamos presentarnos como él lo hizo: alta la frente y muy grande el corazón. Gracias José María por todo.

 

Ildefonso Alcalá Moreno

Presidente de la Asociación Cultural Saudar.


Recuerdo a José María Balboa Ruiz,

un Galduriense de ley

 


Me comunican la triste noticia del fallecimiento de José María, el mismo día de producirse, o sea el 3 de febrero de este año.

Mi pensamiento en ese momento, no es otro, que lamentar su pérdida, ya que no solo su familia ha perdido a un gran marido, padre, etc., se ha perdido también, un artista y sobre todo una persona que derrochaba humanidad y sencillez por donde quiera que iba.

Su familia, está de luto, así como la Asociación Cultural “SAUDAR” por la pérdida irreparable de su Socio de Honor, y todo el pueblo de Jódar porque se ha ido y para siempre un GALDURIENSE DE LEY.

Quizá desde el más allá, se cansaron de esperarlo, y lo reclamaron, es posible que tuviesen que restaurar alguna obra artística y nadie fue capaz de hacerlo, y se han acordado de José María, o quizá tengan que hacer alguna maqueta y se la han encargado a él.

Pero su recuerdo, estará siempre con nosotros, con los que tuvimos la suerte de conocerlo y hablar con él, dándonos cuenta de la paz que llevaba consigo, de su profunda FE CRISTIANA, de su amor al CRISTO de la MISERICORDIA, y a todo lo relacionado con su pueblo, y también era de admirar como llevaba su enfermedad, de verdad que hay que tener “agallas” para hacerlo como él lo hacía.

Sus trabajos artísticos ahí quedan: sus maquetas como la de la Iglesia de la Asunción, como él mismo decía, “solo falta el cura diciendo Misa”.La del Santo Cristo, la de la Ermita de S. Sebastián, etc... Quizá algún día se pueda hacer una exposición con todos estos trabajos y otros de restauración que hizo, para que se conociera su obra en otros lugares fuera de Jódar.

Tuve la fortuna de hablar muchas veces con él, ya que por su amistad con mi tío Alejandro, me fue fácil conocerlo y ver parte de su obra artística.

Recuerdo el día que junto con Ildefonso Alcalá, fuimos a Baeza, con el propósito de hacerle una entrevista para la revista SAUDAR a D. Manuel Rodríguez Delgado, lo cual no hicimos por no estar en Baeza dicho señor y este verano pasado también hablamos de ir y tampoco estaba D. Manuel Rodríguez en su casa, junto a la Puerta de Úbeda.

También recuerdo las veces que hablamos de la Semana Santa de Jódar, y las cosas que decía (como era habitual en él, solo para mejorar, nunca para desacreditar ni para humillar a nada ni a nadie), sobre posibles modificaciones en algunas cosas de las Procesiones y de las Hermandades, para hacerla mejor, aunque es una de las mejores de la provincia.

Y como no, su participación en la Asociación Cultural SAUDAR y en la revista del mismo nombre, sobre lugares del pueblo, oficios de antes, entrevistas, etc.

Todo esto, queda para la historia y el recuerdo, junto con los trabajos antes mencionados. Vaya desde aquí mi más sentido pésame, para su esposa, sus hijos y demás familiares, y para todo el pueblo de Jódar que ha perdido a un auténtico GALDURIENSE DE LEY.

Y para terminar, quiero expresar una sugerencia por si se cree conveniente: Que en la próxima Semana Santa, las distintas Cofradías y Hermandades pasen en silencio desde la puerta de la Droguería de Fernando hasta la puerta de Recreativos Juanfra, como reconocimiento hacia José María y que Cofradía de la Expiración, le dedique una “levantá” en la calle General Fresneda, cruce con la calle Méndez Núñez, pero mirando el paso para la sierra, es decir para la casa donde vivía José María.

 

Andrés Martínez Herrera

Tarragona

 

SEGUIRÁS RESTAURANDO NUESTROS CORAZONES

 

Cuando ya estabamos inmersos en los preparativos de la próxima Semana Santa, recibimos la dolorosa noticia de la muerte de nuestro hermano y Cofrade de Honor, Don José María Balboa Ruiz, acaecida el día 3 de febrero en el Hospital “Ciudad de Jaén”, un paro cardiaco acabó con la vida de una de las personas, que por derecho propio y sin lugar a dudas, pasarán a la historia de nuestra Hermandad, de nuestras cofradías y de nuestra ciudad. En la actualidad desempeñaba el cargo de Vocal de Culto y Espiritualidad en la Junta de Gobierno.

¡Cuánto te debe la Hermandad de la Expiración! ¡Cuántos momentos de ilusiones, de alegrías, de sinsabores, de

incomprensiones!¡Cuántos momentos inolvidables! Estábamos de acuerdo, te acuerdas, de que los homenajes a las personas había que darlos en vida, tú tuviste el mejor de ellos: el cariño, respeto y admiración de muchísima gente, pero sobre todo, de tus incontables amigos, de tus muchachos que callaban en sus ansias juveniles ante cualquier sabio consejo tuyo, sus inquietos ojos asistían extasiados a cualquier lección tuya, ¡qué suerte tuvimos en conocerte! ¡Cómo habrás marcado la juventud y la vida de muchos! Ese ha sido el mejor legado, la mejor semilla, el mejor trabajo que has realizado.

Sé que desde el cielo, nos vas a seguir echando una mano, restaurando nuestros corazones, sé que intercederás a la Santísima Virgen excusando nuestras acciones y aptitudes. Sabemos que estarás con nosotros poniendo brillos de plata en nuestro Paso de Palio, aquel con el que tanto habías soñado y en el que tantas ilusiones habías puesto, seguirás poniendo alfileres para vestir a nuestra Madre, más guapa si cabe, y estarás con nosotros en la frías noches animando en los ensayos, a los costaleros;  pondrás palabras de ánimo y reflexión en los momentos difíciles, y pintarás de azul cielo cada mañana de Viernes Santo, haciendo que el Sol brille más, y...y..., ¡tantas cosas harás por nosotros!

El pasado año, fue la primera vez que llevaste la túnica de nazareno, este año la volverás a llevar, y te veremos nervioso el Lunes Santo con tu bolsa de herramientas, y el Martes y el Miércoles... Te veremos disfrutar con nosotros el Jueves Santo cuando se pruebe, por primera vez, el Paso de Palio y ya esté sobre el mismo la Señora. Y te veremos emocionarte a la salida y mirarla una y otra vez durante su recorrido. ¡Tantos momentos te quedan por disfrutar...!

¡José María! ¡Hasta pronto! ¡Espéranos en el cielo!

 

La Junta de Gobierno de la Real Cofradía de la Expiración

 

CARTA A JOSÉ MARÍA BALBOA

 

Querido José María:

Me piden que hable algo sobre ti, pero no te imaginas lo difícil que me resulta esto, mucho más cuando te he tratado, en ocasiones, directamente. Me asusta la idea de que no te agrade esta carta, pues fuiste una persona humilde que nunca se dejó llevar por grandezas humanas, pero al mismo tiempo pienso que es un deber apremiante ponderar tus virtudes, pues las tenías, para ejemplo de los demás. Eso sí, si encuentras algo de mal en esto, te pido perdón de corazón.

Te conocí tarde, pero pronto te hiciste querer y respetar. Toda tu vida fue como el pétalo de esa flor que nace por la mañana y por la tarde cae sin hacer ruido; y así eras tu. Andabas entre nosotros como uno más, pero nunca te hacías sentir. Quizás ese fue tu gran secreto, pues te has marchado del mismo modo que llegaste, sin hacer ruido. Así fue toda tu vida, vida de silencio, inmerso en el dolor, pero en silencio.

Los que te conocimos admirábamos el arte de tus manos, unas manos artesanas del bien, manos siempre dispuestas para todos cuantos nos acercábamos a ti, manos que modelaron una vida entera, manos que entendieron de honradez. Te pido querido José María que continúes desde el cielo restaurando nuestras obras defectuosas, unas veces por dejadez, otras por habernos dejado llevar por inútiles egoísmos, pues tu bien sabes como actuamos y que hasta en el obrar somos patosos.

Llevabas en tu nombre dos joyas de nuestra humanidad, José y María. Dos personas que aunaron en sus vidas una virtud a veces incomprensible y llena de contrastes: aceptación gozosa de la voluntad de Dios. Y así, al menos intentaste vivir tu vida, aceptando el dolor, la enfermedad y a veces la incomprensión de algunos.

Te quisiste hacer todo a todos y en todo, un hermoso juego de palabras que encierra una vida entera. Nunca te asustó el sufrimiento y la cruz, de ahí tu fortaleza y tesón. Entendiste desde el principio que sin cruz no puede haber resurrección y que el dolor es el bálsamo del alma.

Al tiempo que voy escribiendo, se me hace cada vez más difícil continuar, pues se me agolpan en la mente ¡tantos recuerdos! Que no articulo a ordenarlos, pero aún ahora se que todo cuanto traigo a la memoria es tan sólo un apéndice de lo que fue tu vida.

No tengo las dotes de la poética ni de la oratoria, por eso quiero terminar con unos versos que su autor dedica como homenaje a su querido amigo, yo me uno a ellos, y que sirvan también de pequeño homenaje hacia ti. Hasta siempre, querido José María.

 

 

 

 

 

Yo quiero ser llorando el hortelano

De la tierra que ocupas y estercolas,

compañero del alma, tan temprano.

 

Un manotazo duro, un golpe helado,

un hachazo invisible y homicida,

un empujón brutal te ha derribado.

 

Temprano levantó la muerte el vuelo,

temprano madrugó la madrugada,

temprano estás rodando por el suelo.

 

Volverás a mi huerto y a mi higuera:

por los altos andamios de las flores

pajareará tu alma colmenera

 

de angélicas ceras y labores.

Volverás al arrullo de las rejas

de los enamorados labradores.

 

A las aladas almas de las rosas

del almendro de nata te requiero,

que tenemos que hablar de muchas cosas,

compañero del alma, compañero.

 

 

José Navarrete Rodríguez

 

DESDE LA TIERRA HACIA EL CIELO AZUL

PARA UN AMIGO: JOSÉ MARÍA  BALBOA RUIZ

Alguien se muere en el  alma, cuando

un amigo se va,  no te vayas todavía ,

 no te vayas por favor, que hasta la guitarra

 mía llora cuando dice adiós.

 Hace unos días, cuando le entregué a Ildefonso Alcalá, el artículo para la revista SAUDAR, nunca imaginé que al poco tiempo volvería a ponerme a escribir de nuevo para esta revista, y menos una carta de homenaje,  para escribirle a un amigo, como lo fue para mí DON JOSÉ Mª BALBOA RUIZ, cuando precisamente días antes habíamos hablado para que él escribiese en la revista “Acebuche”, de “Guardabosques de Jódar”, siendo su respuesta positiva, pues a pesar de no ser socio, le gustaba todo lo relacionado con el Medio Ambiente.

Cuando el pasado 3 de febrero (San Blas), me comunicaron  la muerte de JOSÉ MARÍA, no me lo podía creer, sentí un gran vacío y mi mente se llenó de constantes recuerdos sobre él. A pesar de saber que estaba enfermo, con su delicado corazón,  nunca imaginé que “le iba a tocar” tan pronto, con la cantidad de proyectos e ideas que tenía en la cabeza por hacer, con sus espléndidas manos. Destacaba sobre todo por el cariño e ilusión con que hacía las cosas, sin exigir nada.

Era una persona,  con la que daba gusto hablar, cosa que sabíamos muy bien los que tuvimos la suerte de conocerlo. Era admirable su trabajo en el museo de SAUDAR (era vocal del museo); por la tarde lo veías allí,  haciendo cosas, y así estaba hasta las 11 o 11,30 de la noche, sin descansar, sin quejarse, con ilusión, pensando en lo que tenía que hacer al día siguiente;  y yo le robaba cada día unos minutos para hablar con él, de cualquier tema, del pueblo, de las asociaciones, del medio ambiente, y por qué no, para darme consejos en mi cargo de presidente.

El mismo día que murió, cuando subí las escaleras de la Casa de la Cultura, no sabía como pasar por la puerta de SAUDAR, pues me venía su imagen al instante, el recuerdo de muchos momentos junto a él.

Pero no solo era amante de la cultura de Jódar y de  SAUDAR, en donde era Vicepresidente, además, era directivo de la Hermandad de la Expiración (Vocal de Culto y Espiritualidad). ¡Cuántas veces hemos coincidido en temas relacionados con la Hermandad!, vistiendo a la Virgen, en el Paso, en su casa para recoger algo, etc. por lo que tuve la oportunidad de pasar muchos ratos con él, bien por la Hermandad, por SAUDAR o por “Guardabosques de Jódar”. Cada  vez que salía publicado un nuevo número de la revista “Acebuche”, se pasaba por el local para recoger varios ejemplares, pues como he dicho anteriormente, aunque no era socio, era un gran amante a la naturaleza.  Para ser ecologista y defender la naturaleza, no hace falta estar en un grupo ecologista, sino tener creencias y defender aquello que beneficie al medio ambiente.

El pueblo de Jódar, especialmente las asociaciones a las que pertenecía (SAUDAR y la Hermandad de la Expiración), van a notar un gran vacío, sobre todo cuando llegue cada año la Semana Santa;  con sus manos arreglaba muchísimas imágenes, se llevaba bien con todas las Hermandades, para él no había competencia, todas eran iguales. El pueblo Galduriense no ha perdido sólo a un paisano, sino a un gran artista y sobre todo a una gran persona, a un buen cristiano; él no tenía enemigos, sino amigos, con todos se llevaba bien.

 

No quisiera terminar este artículo, si dedicarle unas palabras  de aliento a su mujer MARÍA ANGELES y a sus hijos ÁNGEL, LUISA MARI, DORI, a sus cuatro nietos y demás familia; estoy seguro que estos días deben ser muy duros para ellos, acostumbrarse a su ausencia, y más siendo un hombre hogareño, que pasaba muchas horas en casa, con su familia; y sobre todo, un gran aliento a su mujer, la que siempre estaba con él. Estoy seguro que esa  compañía que ahora echa de menos debe ser muy dura, pero no queda más remedio que seguir adelante, seguir con la misma ilusión y ganas en los proyectos que él quería realizar, sobre todo ahora con el nuevo Paso de Palio de la Expiración. Será el mejor homenaje que se le puede dar. Pues hundirse y bajar la cabeza, sería  todo lo contrario de lo que él quisiera que se realizara. Debemos hacernos a la idea que se ha ido al Cielo para una misión que Dios le ha asignado, porque allí, seguro que nos estará viendo, y pedirá por nosotros, especialmente por su familia a la que tanto quería.

Cuando el próximo Viernes Santo, salga el nuevo Paso de la Virgen del Calvario, seguro  que junto a la Virgen, va él. ¡Con la cantidad de veces que había soñado que saliera así la Virgen!, en su Paso nuevo, con sus varales, su Palio etc. El  nos ayudará a que ese día, mejor que nunca, la Hermandad de la Expiración se luzca, será el mejor homenaje que se le puede dar. Lo que él tanto había soñado y deseado,  tenemos la gran misión de que así sea, así será, estoy seguro que todos pondremos nuestro corazoncito para se cumpla.

Desde Jódar, y hacía el Cielo, un gran abrazo JOSÉ MARÍA. Un amigo...

Juan José García Vílchez

Presidente de “Guardabosques de Jódar”


EN RECUERDO DE JOSÉ MARÍA BALBOA (Un hombre bueno)


 

Son varias las palabras que ahora usaría:

afecto, cariño, amistad,

esperanza, fe, gratitud,

entrega, oración y cercanía.

La noche del concluido día de San Blas

fue larga, dolorosa.....pero hermosa,

porque tuviste ya el regalo de ver en persona

a esa Virgen que tanto amabas.

¡Cuánta bondad encerraba tu corazón

dañado por la enfermedad!

Hemos perdido, y tú lo sabías,

tus conversaciones lentas,

entrecortadas por largos momentos de silencio,

silencios que no eran de ruptura

sino para mejor escuchar a los demás,

para subrayar esa confianza

que sabías dar a tus interlocutores.

Pasaste la vida haciendo el bien

con tus manos de artista

siempre puestas al servicio de los demás,

enseñando a los nuevos esposos,

haciendo rezar a tus catequizandos,

renovando la confianza en el Señor

y transmitiendo tus humildes expresiones.

¿ Y los de la Cofradía? ¿Y la Adoración Nocturna?

¿Y........? ¿Y.......?

¡Qué difícil cubrir el hueco!

El Señor no ha querido que sufrieras

“Padre hágase en mí tu voluntad”

y fue en una tarde preñada de dolor

y pletórica de vida,

porque desde el Cielo,

con esa bondad natural empujarás tu luz

sobre nosotros.

¡Qué difícil olvidar esa mirada emotiva!

¡Qué regalo el de descubrirte a tiempo!

entre Saudar y la Iglesia, por y para ambas,

y desde allí estos cortos recuerdos inevitables.

Hoy te digo esto con dolor, sí,

pero con envidia emotiva, con esperanza,

porque hoy estás más cerca de Dios.....

 

Y hasta en el Cielo repararás cosas y casos,

y pensarás serenamente-era tu estilo-

porque eras llano, sencillo,

sencillamente bueno.

 

Antonio Martínez Ramírez

(*) Poema escrito el día 3 de Febrero de 2000.

 

JOSÉ MARÍA BALBOA RUIZ

Cofrade de Honor de las Hermandades Galdurienses

 


 

El pasado 3 de febrero fallecía en el Hospital “Ciudad de Jaén”, el gran cofrade Galduriense José María Balboa Ruiz, a los 58 años. En este programa dedicado a la Semana Santa, la Unión de Cofradías quiere expresar su más profundo pésame a su familia, con su muerte Jódar y sus cofradías han perdido a su principal valedor, no hay cofradía en la que no haya estado su mano restauradora y creativa. José María puso cariño en la Hermandad de la Oración del Huerto, en aquellos difíciles años 70, arreglando sus pasos, colaboró con la Real Cofradía de la Columna, restaurando su anterior Imagen de Cristo, aportando fotografías, textos, ayuda desinteresada en el nuevo Paso de Misterio, restauración Cruz de Guía, etc. En la Hermandad de la Humildad restauró el Cristo y la Virgen de la Fe, hizo el manto anterior de salida, restauró el estandarte y varas, la corona y potencias...

Con la Cofradía del Nazareno restauró a la Virgen de la Amargura, a Nuestro Padre Jesús, a Simón Cirineo, hizo su Cruz de Guía, restaurando los faroles que acompañan a ésta, restauró los escudos del Paso del Señor, le hizo nueva corona de espinas al Nazareno, restaurando su cruz procesional.... Y para José María la Real Cofradía de la Expiración fue su Hermandad, a ella pertenecía como miembro de su Junta de Gobierno en la que ocupaba el cargo de Vocal de Culto y Espiritualidad, siendo el vestidor de su Virgen del Calvario desde 1991, Imagen que veneraba con verdadera veneración y cariño, fue el co-autor de la Cruz de Guía de esta Hermandad, realizando el Simpecado, confección del Estandarte, barnizado del Paso de Misterio,  autor de las coronas y plumas de caoba de los Evangelistas del Misterio, autor de la diadema de Capilla de la Virgen y de la de Santa María Magdalena, realizándole dos nuevos candeleros a éstas Imágenes que fueron restauradas, junto con el Cristo. Ha colaborado intensamente con su mujer, María Ángeles Beltrán Ramírez (Camarera Mayor de esta Hermandad) en la confección del amplio ajuar de las Sagradas Imágenes, siendo incontables los trabajos realizados para la Expiración, que en 1991 lo nombró Cofrade de Honor, realizandole en 1993 un homenaje a él y a su esposa. Su último trabajo ha sido para esta Hermandad: el Banderín de la Fundación, interesante pieza de mediados del siglo XIX restaurada para orgullo cofrade de Jódar.

A la Hermandad del Santo Entierro le restauró en varias ocasiones el Cristo, la Cruz de Guía , así como varios trabajos de restauración para Nuestra Señora de los Dolores, corona de capilla, corazón, etc. A Jesús Resucitado también lo restauró y limpió en varias ocasiones.

Además de éstos trabajos puntuales su colaboración con todas las hermandades ha sido intensa: reparaciones de última hora, limpieza de enseres, recuperación del patrimonio artístico e histórico, ahí está ese fondo fotográfico único que sin su valiosa colaboración se hubiese perdido. ¡Cuánto te deben las Cofradías de Jódar! En Asamblea de la Unión de Cofradías se decidió que los pasos llevasen un crespón negro en señal de luto y que se crease el Premio de Fotografía Cartel de Semana Santa “José María Balboa Ruiz”. Nuestra Fe nos dice que desde el Cielo José María seguirá colaborando con las Cofradías y Hermandades de la ciudad, con la Oración que nos da  fe y amor, llenando de esperanza y caridad a todos, pidiendo humildad ante el Calvario, Amargura y Dolores de nuestra vida, nos dirá que hay que ser nazareno y soportar la columna de nuestra existencia para que yacentes ya en este mundo logremos la Resurrección Gloriosa, por la Misericordia de Dios. Descanse en paz un gran cofrade, un gran cristiano y un Galduriense de Ley.

 

La Unión de Cofradías y Hermandades de Jódar

 

CUANDO UN AMIGO SE VA...

 

Los que hemos vivido con intensidad estos últimos años no podremos olvidar la amistad, el trabajo y la solidaridad que manifestó desde siempre un amigo como José María Balboa Ruiz.

Ha sido especialmente, en los últimos meses, desde septiembre hasta la inauguración del remozado Museo de Jódar.

¡Cuántas horas, cuánta dedicación! La mayoría de los días pasaba más tiempo en la Asociación SAUDAR con la limpieza, restauración y colocación de las piezas que generosamente se nos han ido donando para configurar este Museo. Sin la mano experta, paciente y el sabio consejo de José maría no hubiera sido posible finalizarlo.

Al mecanografiar estas palabras se atropellan en la mente y se anudan en la garganta, y hacen derramar un llanto que inunda nuestros pensamientos, nuestros sentimientos y nuestra voluntad. ¡José María se nos ha ido!. Se ha marchado casi en el inicio de las celebraciones del Año Jubilar de la mano de S. Blas, se ha personado en la presencia de Jesús, el hijo del carpintero. Como El, desempeñó su oficio con esmero y dedicación mientras no le falló su corazón, luego vendría el inicio del camino del Calvario particular. Pero con la ayuda del Cirineo de la medicina y su fe, pudo incorporarse a la vida familiar, social y cultural.

Su dedicación a la restauración y rehabilitación de obras de arte en su taller, su pasión por la fotografía, la recopilación de la tradición oral popular, recogida de boca de los más mayores con paciencia benedictina, su conocimiento de la topografía de Jódar y entorno, su implicación en la vida parroquial a la través de la Cofradía de la Expiración y de la catequesis.

Como olvidar la noche del 3 de noviembre de 1999 cuando colocaba sobre la cabeza del Cristo de la Misericordia la corona dorada, recientemente restaurada, y su ausencia de la cena de Navidad el 26 de diciembre, al abandonar la misma por sentirse indispuesto, hizo que el gozo de la Navidad se trocara en inicio de la pasión.

Así, cuando el pasado día 4 de febrero decíamos ¡hasta siempre! a José María, el nudo en la garganta, las lágrimas brotando sincera y la oración musitada desde el corazón pero iluminada con la fe nos hacía conmovernos hasta las entrañas de nuestro ser a su hermanos de la Cofradía, a los amigos de SAUDAR, a los amigos de toda la vida, y a todos aquellos que han tenido el orgullo y el honor de haber compartido con José María momentos entrañables, alegrías y tristezas, ánimos y desesperanzas...

Algo se nos ha muerto en el alma, pero la esperanza de la resurrección nos conforta para seguir trabajando en nuestros distintos cometidos. Nuestro amigo José María permanece en la memoria y está presente con el mensaje de la fe, trabajo y amor que nos transmitió.

 

Manuel López Pegalajar

 

 

 


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