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Socios de Honor
FRANCISCO SORIANO SERRANO, profesor y delegado prov. de educación
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FRANCISCO SORIANO SERRANO, NUEVO “SOCIO DE HONOR”

La Asociación celebró el pasado 23 de diciembre un entrañable acto de nombramiento como “Socio de Honor” de SAUDAR  en la persona de Francisco Soriano Serrano, que no pudo recibir tal distinción en febrero, por motivos familiares. Se inició el acto con las palabras del Presidente de SAUDAR, Ildefonso Alcalá Moreno, quien resaltó la celebración de este tipo de actos y la figura del homenajeado con estas palabras: “Autoridades Locales, representaciones de instituciones…. “Socio de Honor” de SAUDAR, Junta Directiva, socios, amigas y amigos todos…

Buenas tardes en esta jornada previa a Nochebuena, fiestas entrañables en las que deseamos a todos y todas desde SAUDAR, paz, solidaridad y felicidad... Hoy continuamos, con aquel emotivo acto que celebramos el 28 de febrero pasado, al que por motivos personales, no pudo asistir a recoger su nombramiento un paisano nuestro: Don Francisco Soriano Serrano, a él lo hemos distinguido con el título de “Socio de Honor” máxima distinción que otorga nuestra Asociación, y que fue otorgado en la pasada Asamblea General Anual Extraordinaria del 21 de octubre de 2005.

Decía en aquel acto, “que SAUDAR desde su fundación, se distinguió por querer reconocer el que mucha “gente sea profeta en su tierra”, descartando esos homenajes póstumos, a que tan acostumbrados estamos…. Difícil es para una Asociación rendir homenaje a sus hijos, pues todos son acreedores de tal distinción, desde el jornalero que sale cada madrugada a buscar “el pan de sus hijos” hasta la callada vida doméstica de muchas mujeres… Todos merecen nuestro reconocimiento y entusiasmo, pero sólo unos pocos, desarrollan ciertas capacidades intelectuales o artesanales y las ponen al servicio de nuestra ciudad, para admirar su arte y talento, para deleitarse con su entrega en elevar el nivel cultural, artístico y social de este nuestro pueblo de Jódar, tan “hambriento de cultura”, que cada día necesita más y más, manifestar esa cultura, quizás lo esté haciendo desde hace años, pero no lo oigamos, o muchos no lo quieran oír…Para alcanzar la libertad es necesaria la cultura… Decía Mallock que “la cultura, no es un sustituto, sino la clave de la vida”, la cultura engendra progreso, y sin ella no cabe exigir de los pueblos ninguna conducta moral…

Nuestro “Socio de Honor” representa una aportación a esa cultura de Jódar, a la cultura universal, desde el fomento de la educación, pilar fundamental de todo. Jódar, al que tanto criticamos, al que tantos “sambenitos” le colgamos, puede sentirse orgullosa de que desde el sacrificio de unas personas, de unas familias, se mantenga viva la llama de la cultura y del desarrollo…Muchos Ilustres nombres le preceden en esta distinción: NARCISO MESA FERNÁNDEZ, JUAN LÓPEZ MORILLAS, PEDRO MARTÍNEZ MONTÁVEZ, JUAN DE MATA CARRIAZO ARROQUIA, PEDRO GÁMEZ LASERNA, GRUPO MÚSICA FOLK "ANDARAJE", JOSÉ Mª BALBOA RUIZ, EDUARDO GUERRERO DOMÍNGUEZ, ELÍAS GUERRERO DOMÍNGUEZ, CONSUELO LÓPEZ MORILLAS, MANUEL AGUDO GIMENA, SALUSTIANO SÁNCHEZ LANZAS, ALEJO GODOY LÓPEZ, JESÚS BARROSO NAVARRO, CARLOS A. RAMÍREZ FERNÁNDEZ, FILOMENA GARCÍA VÍLCHEZ, FRANCISCO HERRERA RUIZ, MANUEL RUIZ AMEZCUA, MANUEL LÓPEZ PEGALAJAR, ANTONIO CUADROS ROMERO, MERCEDES LÓPEZ-COLMENAR MEDINA, JOSÉ SÁNCHEZ HERRERA, CRISTÓBAL GODOY PÉREZ, ANTONIO PLAZA AMADOR, JUSTA GARRIDO ARROQUIA, PEDRO MENGÍBAR LATORRE, JOSÉ RUIZ JIMÉNEZ, MANUEL DE LA TORRE BALBOA, JOSÉ DELGADO GÓMEZ, CARMELO MENGÍBAR ESTEBAR, JOSÉ Mª GARRIDO RIVERA, ILDEFONSO SERRANO GÁMEZ, DAVID RUBIO GÁMEZ, FRANCISCO VIEDMA VILCHEZ, FERNANDO RUBIO GAMEZ, SEBASTIAN HIDALGO LÓPEZ, CORAL “CRISTO DE LA MISERICORDIA”, JUAN JIMENEZ OGALLAR, ILDEFONSO ALCALÁ  MORENO...

Todos ellos y ellas, han hecho posible, con su trabajo y esfuerzo, que esta ciudad los lleve con orgullo, porque supusieron para el campo de las artes, de la historia, de la poesía, de la enseñanza, de la cultura, del deporte, de los medios de comunicación, del desarrollo social, de la literatura, de la música… una valiosa aportación, que en muchos de ellos traspasó fronteras, naciones, y hoy algunos siguen brillando y siendo una gran promesa para la tierra que los vio nacer o hicieron suya…”.

A Francisco Soriano, casi no lo conozco, sólo unas breves palabras al presentármelo su hermano Manuel, pero conozco de él su afición por el deporte, desde su juventud, sus inquietudes sociales y de progreso, su amplio currículo…la labor que desarrolló al frente de la Delegación Provincial de la Consejería de Educación y de otras importantes direcciones educativas en la Junta de Andalucía. Pero quizás el que hoy esté aquí es porque siendo muchas cosas, las supo, cuando tuvo la oportunidad, de aprovecharlas para ayudar en lo posible a su pueblo natal y sus paisanos, y eso lo hacen muy pocas personas... Mientras ocupó el cargo de Delegado Provincial de Educación, se construyeron en Jódar tres edificios escolares, no en vano, uno de ellos, el Colegio de Preescolar, que hay en la calle Ruiz Jiménez, lleva su nombre.

Me cuentan que es un hombre afable, servicial, amigo de sus amigos, de orígenes humildes, supo ir consiguiendo metas, y abrirse paso en la vida.

Desde SAUDAR es un honor para nosotros el tenerle como “Socio de Honor”, desde Jódar, es para todos un orgullo tenerte como paisano nuestro. Muchas gracias por aceptar esta humilde distinción y por contar con tu presencia en este acto”.

A continuación el secretario José Mª Beltrán Gómez, leyó el acta de la asamblea general donde fue designado con tal nombramiento. Inmediatamente el Presidente le hizo entrega del cuadro conmemorativo, entre los aplausos del gran número de público asistente, iniciándose la intervención de Francisco Soriano Serrano, con estas palabras: “Os aseguro que si en algún momento me tiembla la voz no es de miedo sino de emoción. Os lo digo sinceramente de emoción por encontrarme aquí con mis paisanos, con mis amigos a los que muchos de ellos hace tanto tiempo no había visto.

Yo, simplemente, unas breves palabras, unas breves palabras de agradecimiento y también de felicitación. De agradecimiento por la insistencia por Ildefonso en que yo estuviese presente en este acto. De agradecimiento, también, porque pienso que los méritos que se me atribuyen son desmedidos, al fin al cabo, yo hice lo que como cargo administrativo tenía, mejorar las infraestructuras escolares de la provincia que me habían encomendado. Lo hice, eso sí es cierto, con muchas alegría, entusiasmo, con mucha dedicación y especialmente en lo referente a mi pueblo. Era algo que necesitaba.

Felicitación, eso sí, lo mío me parece a mi anecdótico. La felicitación a Ildefonso, a Ildefonso como presidente de la asociación y como recién cronista oficial de esta ciudad por el trabajo ingente, la dedicación, no solamente él sino también otros: Carmelo, aquí presente, al que recuerdo desde pequeño. La asociación cultural SAUDAR es un revulsivo extraordinario para la cultura para nuestro pueblo. Para aquellos que vivimos en estos tiempos lejanos resulta ser un cauce: su revista. Vemos el panorama, nos quedamos asombrados, nos quedamos con la boca abierta, de decir “bueno, que derroche de manifestaciones culturales y actividades culturales de nuestro pueblo en estos días, hoy”, y la revista a la que, voy a decir que cada mes esperamos con verdadero entusiasmo porque en ella está lo que fue la historia en nuestro pueblo y sigue siendo la historia de nuestro pueblo pero no una historia cualquiera, pienso, sino que es una historia menuda entrelazada de vidas, entrelazada de afectos, entrelazada, bueno, de personas que parece o parecieron anónimas pero que ahora en las páginas de nuestra revista se convierten en el verdadero sustento de la historia. Yo siempre he pensado, y lo digo de verdad, que la historia, la verdadera historia no la hacen los grandes personajes, por eso en la revista no hay antorchados nobles, o hidalgos, está  la gente sencilla de nuestro pueblo y creo que el verdadero motor de la historia está en el pueblo, en el pueblo sencillo, en el pueblo trabajador, el que con su esfuerzo. Os digo sinceramente que a pesar de estos momentos que el afán desmedido, hacia el dinero, ciertas corrupciones que aparecen continuamente reflejadas, creo que tenemos que pensar que esas virtudes sociales de cooperación y solidaridad no podemos olvidarlas.

Recuerdo que nada más hacernos cargo de la delegación provincial y de la competencia educativa allá por el año 83 decidimos montar un programa de escuelas unitarias que habían sido abandonadas durante mucho tiempo: las escuelas unitarias de la sierra, las escuelas unitarias de lugares más alejados, y que los niños habían sido concentrados en comedores escolares a través de transporte escolar. En cierto sentido fui con el arquitecto de la delegación por los pueblos de la sierra de segura, allí ya junto a Santiago de xml:namespace prefix = st1 ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:smarttags" />la Espada para ver que escuelas unitarias había que rehacer. Pedimos la llave en una alcaldía de una escuela que ya había sido cerrada, y que no había sido visitada en mucho tiempo, y en las paredes de aquella escuela quiero recordarlos de memoria me encontré unos versos escritos a mano por el propio maestro y que decía: “hombres sobres hombros de otros hombres, hombres con hombros para otros hombres, hombres, hombres, hombros, torres. Un día no habrá estrellas lejanas ni perdidos horizontes”. Aquellos versos me conmovieron y dije que se respetaran, que la pared siguiese tal cual, y creo que todavía siguen escritos en esa escuela unitaria de la sierra perdida de Santiago la Espada.

Aquello que tanto había mantenido bajo llave se abrió aquel día: la esperanza, la confianza en el hombre debe seguir siempre permanente en toda actividad cultural. Pero no solamente la historia tiene la obligación de reflejar lo que fue sino también de recuperar en cierta medida aquello y aquellas personas que ni siquiera tuvieron el derecho durante muchos años de ser recordados. Me refiero a una imagen de los últimos números de la revista, a una fotografía en la que aparece, aparece la imagen de una primera manifestación en Jódar con la proclamación de la II República. Es una imagen que me conmocionó enormemente esa fotografía. Personas sencillas, trabajadoras de nuestro pueblo, enarbolando una pancarta con dos palabras: Pan y Trabajo. Fijaos, son dos palabras que al fin al cabo responden a la maldición bíblica, a las primeras palabras con las que se dirigió Dios al hombre cuando perdió el paraíso “Ganareis con vuestro esfuerzo, con vuestro sudor, la sangre,  el pan de cada día”. Y aquellas personas con esas palabras sencillas reclamaban algo. A mi me hubiera gustado saber la historia de esa fotografía, durante que tiempo permaneció oculta, cómo se guardó esa fotografía. La revista no es solamente las fotos que aparecen, no son el recuerdo sino el entramado de vidas. Cada fotografía que nos ofrece la revista es un mundo imaginable de preguntas: cómo, donde, por qué, qué, quienes son esos personajes, qué pensaban en ese momento.

Ildefonso, su revista, lo ha traído aquí, ahora delante de nosotros y la emoción de contemplar esa fotografía y otras, para mi fue algo verdaderamente palpable.

Digo esto y quiero ya terminar y acabo. Paisanos, amigos, me siento verdaderamente orgulloso de pertenecer a esta asociación, me siento orgulloso de ser de este mi pueblo y de encontrarme con vosotros aquí ahora en este momento. De pertenecer uno más a esta nómina que acaban de mencionar. Algunos recuerdo de muy pequeñito: de Juan López Morillas, recuerdo la primera vez que después de tanto años en el exilio llegó aquí a Jódar y apoyado en la barra del bar de mi padre, charlaba con él recordando, puesto que había coincidido con él en la escuela del padre de Juan, Don Emilio, cosas de su infancia, pero también la angustia, y recuerdo emocionado, como decía él, tal vez repita demasiado la palabra con la emoción pero es que es verdad, varias conversaciones y como Don Juan, ávido, salía a la puerta de la calle de casa de su hermana y miraba alrededor como queriéndose tragar su pueblo, aquel pueblo, que quiero recordar, había recordado tanto en Estados Unidos donde se sentía al principio como una isla, separado. Venía con su hijo, que jugaba con nosotros y que nos enseñó un juego, entonces para nosotros desconocido, el baloncesto y quería que se empapase también de la vida del pueblo, de donde él había nacido.

Bueno, de Narciso Mesa, de Sevilla, cuando todavía me encuentro con alumnos suyos recuerdan: “hombre, tú eres de Jódar, de allí era un profesor de química que yo tuve que por cierto interrumpía las clases para hablar de la historia de Jódar”.

En fin, son recuerdos como también son muchos los que desde la atalaya de la barra de un bar o de una tienda desfilaba y se aprende uno la espontaneidad de la alegría que algunas veces en las fiestas pero también a veces en el dolor que supuraba tras una incipiente o cercana guerra de mucha de la gente que habitó y vivió en nuestro barrio. Quiero despedirme solo con unas palabras muy sencillas de recuerdo a mi padre enterrado aquí en la tierra de Jódar y de mi maestro Don Alejo Serrano posiblemente no, seguramente las dos personas que tanto influyeron en mi vida. De Don Alejo que tenía la costumbre de sacarnos a la pizarra a hacer, a analizar frases de oraciones, análisis sintácticas. Siempre citaba de memoria pasajes del Quijote. Un día, no sé cómo, de su chaleco sacó un papelón y nos dictó, bueno, una especie de versos en las que hablaba del destino del hombre, la necesidad de buscarse algo más allá, de llenar su vida de contenido. Pasado mucho tiempo, en Granada, en..., compré un libro en una tienda que vendía libros traídos del extranjero para que no pasaran por la censura y qué casualidad que en las primeras páginas me encontré con aquellos versos que don Alejo un día los copió en la pizarra y que él encontró en un papelín de su chaleco doblado. Si no recuerdo mal, eran así: “Nadie fue ayer, ni va hoy, ni mañana irá por el mismo camino que yo voy, para cada hombre guarda un nuevo rayo de luz el sol y un camino virgen Dios”.

Ojalá que ese destino, que ese camino que hoy nos ha juntado aquí en este momento tenga todavía veredas por las cuales podamos seguir uniéndonos, hablando en el futuro. Que así sea, y gracias a todos por vuestra presencia”. Con una fuerte ovación se cerró esta parte de este entrañable acto.



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